Version Française (sans crème fraiche)
"Lo que has heredado
de tus padres,
debes adquirirlo
tu mismo para poseerlo"
Goethe
Cómo.
No hace mucho tiempo que comencé como Dj de Tango, como si el hecho de haber escuchado tangos en las milongas de Buenos Aires me hubiese embriagado de una extraña naturaleza que se transpira al bailar. Mirando los milongueros en la pista, sus expresiones, sus pasos, ese paso, en un espacio atemporal, lúdico… casi un film. Todo esto musicalizado por un tipo que ponía los discos, también los cassettes! Si, claro, yo comencé así; rebotando de una milonga a la otra, preguntándole a Federico, Mario, Picherna y tantos otros acerca de qué, quién, cuándo, volviendo a hablar con mis maestros para saber por qué los cantores se independizaron de las grandes orquestas... Muchos años, hoy también, aprendiendo. Todo un viaje.
Y bueno, a la hora de salir para enseñar el Tango, mis discos formaron parte de mi repertorio como la milonga de Tommy, o la elegancia de los planeos clarificados por Nito, ya que, la música sobre la que bailamos, las orquestas y sus interpretaciones, forman parte fundamental del baile. Y al mismo tiempo es provocadora de movimientos y la dinámica que los hace enlazar.
La ocasión de pasar la música como Dj no llegó mucho después. Un modo clásico, tradicional, como en Buenos Aires. Pero es recién en Francia, en Paris cuando comienzo a pasar la música en varios bailes, es aquí cuando empiezo a experimentar. "Piazzolla", me pedían, "por que no pasas la milonga del ángel", decían otros. Y yo: "no, gracias... en los otros bailes ponen, acá no, acá la onda es como en Baires…"
Bueno, esa postura no duro mucho tiempo. De todos modos hacia rato que la idea venía rondando en mi cabeza, pero no, yo no iba a pasar lo que pasaban los otros, entonces tuve que escuchar otra vez, revisitar toda su discografía, pero con otros ojos, con otros oídos.
Todo un universo abierto, el hecho de haber compartido mucho tiempo con bailarines como Pablito, Victoria, de mirar bailar a Chicho, abrieron brechas importantes en donde el tiempo musical cobró otra forma. Y después de mis descubrimientos piazzolleanos empecé a mezclar mis primeros temas, creo que todos pasamos por esta época, no ? El azar, que no existe, hizo venir un día a Nicolette, para pasarme saludos de Lisa, ambas de US, y hablando, me paso el disco de Narcotango, mientras tanto Bárbara también me había pasado un disco de Jaime Wilensky, Tango Nuevo. Un pequeño repertorio que abrió conversaciones con Sandra, con Victoria, Demoliendo tangos, Bajofondo.
Tampoco por azar, me pregunto cómo escuchamos la musica, por qué escuchamos la música que escuchamos, la verdad que se esconde detrás de cada tema, por qué ese orden. Y como uno en el baile reordena ese discurso que es lanzado por el Dj, una suerte de monólogo interior que empieza, el guardia y el pequeño hombre que espera en las puertas de la ley.
Yo no quise esperar. En la net me contacte con todos los posibles tangos, gracias Buenosaliens, los Dj's.
En las milongas empecé a pasar la música de Fernando Samalea, mis Piazzollas mezclados con otros Piazzollas, ya que su discurso, sus frases se repiten y se completan, se anudan, sin importar los temas. Fue por ahí, en una lista de discusión Argentina de Dj’s locales en donde descubrí Ultratango, una suerte de flashback a mi adolescencia perdida, una visita a viejos amantes, Depeche Mode, y me seguí abriendo. Capítulo aparte merecen los nuevos descubrimientos, o la nueva música que podríamos incorporar al tango danza dado que mi principal preocupación sigue siendo el baile.
Los sueños.
Seguramente la experiencia mas cercana a los sueños, quizás uno de los viajes mas fantásticos de la vida humana, es la música. No se trata de decir cosas nuevas, sino simplemente de establecer un trampolín. En todo caso la música por su condición acrónica nos permite este paralelo, eventualmente bajado a tierra por nuestra propia experiencia, diría casi nuestras obsesiones, que nos llevan a atar la música (los sueños) a nuestra pueril condición humana.
Entonces, esta música electrónica, que como dice Santaolalla "es el sonido de Buenos
Aires del año 2000", es válida como punto de partida de la creación? Si la música que creamos no nos permite esta posibilidad de trasladarnos, de realmente visitar cada espacio y cada tiempo de un modo vertiginoso, abalanzándonos sobre nuestros miedos, escapando a nuestras seguridades, si simplemente esta música sobre la que pretendemos bailar no es mas que una repetición encadenada de loops, de beats y de otras cosas, podemos decir que eso es soñar?
Pienso que el hecho de haber encontrado el lazo entre la música electrónica y el tango no es sino el resultado de la apropiación de una música tradicional por parte de una nueva generación que necesita vehiculizarla para poderla reproducir y con el tiempo recrearla, volviendo atrás o incorporando los cambios.
Pienso que la función de cada uno de los temas que producimos es la de generar un viaje, una nueva ruta para llegar a esos segundos de placer, en donde todos somos multiorgásmicos. En todo caso es lo que yo quiero que pase cada vez que bailo, con mi compañera ocasional o en una demostración o cuando paso la música como Dj.
Un punto de partida.
Por qué.
De todos modos, poco importa que cada vez que sentado enfrente de la computadora o con un lápiz en la mano, me hayan salido cosas de la mas diversa índole, cartas a amigos del alma, manifestaciones de amor y de cólera... De todo, excepto el porqué de la música electrónica, del tango electrónico.
En primer lugar, en mi caso, es la manifestación prácticamente mas económica de integrarme a Paris. No porque los bailarines, músicos o Dj’s (?) de tango tradicional no tengan lugar en un ámbito como ‘el tango en Paris’ (?) sino el hecho de que el publico parisino esta en una búsqueda constante de renovación y de cosas nuevas. Esto no es nuevo, bastara leer alguna de las biografías de los transeúntes argentinos por Paris para darse cuenta, de que hay realmente pocas cosas que sorprendan al publico parisino.
En el baile, las demostraciones de los principales bailarines de tango y los conciertos de Gotan Project han cubierto este espacio de ‘renovación’ obligando prácticamente a una creación nueva a cada respiro, al gran show en cada demostración.
Ciertamente esta demanda es una demanda publicitaria, marketinera, de cubrir todos los espacios y todos los rincones, como una manifestación espontánea de la imposibilidad de fijar la atención en una sola cosa. Pienso en la simplicidad de un bandoneonista interpretando tangos (Dino Saluzzi, casi desapercibido por la mayor parte del público tanguero) o de alguna agrupación efímera con músicos de talento que apenas llegan a colmar una milonga en el circuito under.
Ahora, la necesidad creativa de manifestarse a través de la música electrónica (de alguna manera el sonido ‘fm’ de hoy) no implica una posición diferente con respecto al músico de la puna boliviana que ejecuta tranquilo su quena, sino la necesidad de incorporar los medios masivos para poder llegar a un publico, que a primera vista necesita de un chiquitán chiquitán, en boucle, repetitivo, un amor fugaz, febril, una noche de amor francés.
Pensando un poco la cosa, la búsqueda de un sonido nuevo, ya iniciado por Piazzolla es un trampolín para generar otra música que nos liberará del ritmo opresivo del tango, para hacernos pasear por otro universo. Las dimensiones de este nuevo universo van a estar condicionadas por la capacidad creativa de bailarines, músicos y Dj’s, ya que hasta ahora lo creado ha generado un sonido ‘moderno’ en Buenos Aires, un sonido publicitario en algún Paris, y una extraña idea de que a través de esta música encontraremos una piedra filosofal en metal precioso.
En cuanto al público danzante, las ideas no son muy diferentes. Modernos o no, en el baile del Metallos (una de las milongas mas grandes de Europa) han sido muy pocos los que resistieron experimentar algunos pasos bajo el ritmo efervescente de las mezclas live y de un efecto poco vivido en las milongas: la gente pasaba, tiraba unos pasos, y después seguía su ruta con el baile tradicional que tenia lugar en la planta baja.
El ítem a considerar es el lugar del Dj. Limitarse a poner unos temas con un criterio mas o menos nomenclativo, en el mejor de los casos, no impone el conocimiento musical y de ‘atmósfera’ requerido para la noble función, sino el hecho de buscar y crear nuevas combinaciones sobre la música de la que se dispone. La necesidad de saber bailar es prácticamente inevitable.
Ahora bien.
Cualquiera puede ser Dj.
La posesión de una buena colección de discos, considerando que hay unos 3000 tangos compuestos, y una variedad que multiplicada por la cantidad de interpretaciones llegaría a por lo menos 100 veces esta cantidad, nos da la idea de una colección correcta, para alguien que solo considera los tangos, diremos ‘tradicionales’. Afuera quedan los tangos árabes, europeos, ásiaticos, turcos y modernos. Una vez reconocido un porcentaje de estas interpretaciones, adicionaremos el sentido de la musicalidad para poder balancear el ánimo del público danzante. Hasta este momento solo consideramos el hecho de ‘pasar’ música. El lugar creador del Dj surge ante la necesidad de ordenar toda la música escuchada para darle un nuevo impulso a cada serie programada.
Este trabajo se limita a la música tradicional, a partir del momento en que pensamos en las interpretaciones de Piazzolla o en la música electrónica el trabajo se vuelve mas interesante por el hecho de programar bases rítmicas nuevas o mezclar temas ya conocidos con otras músicas. Es aquí en donde el sonido (y estilo propio) del Dj comienza a surgir y a cobrar personalidad. Dentro de este marco creador no hay que olvidarse de las cortinas, pausa necesaria para darle un respiro al bailarín y a los deseos de cambiar de pareja posibles, no olvidarse que el tango es un hecho social. En este espacio las posibilidades de creación son ilimitadas, la música para este recreo puede pasearse por prácticamente todos los registros audibles, para justamente poder habitar otro espacio, otro viaje que el de la bailarina en brazos de su Morfeo ocasional, otra barca para poder navegar los ríos musicales.
Sin duda, la mayor parte de los miembros de la comunidad tanguera no han crecido con el tango en sus orejas, ni en el espacio cultural que hay para el tango en Argentina. Esta diferencia da una libertad y una curiosidad que diferencia a cualquier comunidad de la Argentina. Esto implica una personalidad diríamos de explorador y al mismo tiempo de ‘découverte’ de otra cultura, aunque el tango haya crecido también en las calles de Montmartre y se cante mayormente en el español que se habla en Argentina.
Las cartas de nuestra experimentación hoy, son estas. No porque sobre Pugliese o D’Arienzo las posibilidades sean menores, sino porque corresponde a un sonido contemporáneo, una copulación inevitable entre lo heredado y lo que aportaremos.
Matias de Valentín Alsina
6 de Febrero, 2004
Glosario,
Federico, Mario, Picherna, Oscar Marcelo, es casi injusto nombrar algunos Dj de Buenos Aires, pero en todo caso, son ellos.
Tommy O’Connell, uno de mis maestros y seguramente uno de los mas grandes bailarines de Milonga junto con el Flaco Dany.
Nito, y Elba, grandes maestros del tango argentino
Pablo Tegli, Victoria Vieyra, Mariano " Chicho " Frúmboli, Sandra Messina, todos bailarines argentinos, radicados en Francia.
Matías de Valentín Alsina, actualmente da cursos de tango en Paris y está profundamente abocado a la creación de Electro Tango, como Dj y productor, presentándose todos los sábados en " el 49 bis de Montreuil " y en varias ciudades de Europa.
Discografía posible,
Gotan Project, La revancha del Tango
Bajofondo Tango Club
Tango Nuevo, Jaime Wilensky
Ultratango, Astornautas
Narcotango, Carlos Libedinsky
San Telmo Lounge
Piazzolla Remixed, Varios
El jardín colgante, Fernando Samalea
Demoliendo Tangos, Federico Mizrahi- Luis Longhi
Mojotoro, Dino Saluzzi
Chador, Astor Piazzolla
