En el sueño hay un holograma con forma de animal, un gato, animal que necesita de amor y de afecto para poco a poco convertirse en gato-real, en animal concreto. La cosa me da miedo y la tiro por la ventana. Pero vuelve a aparecer, su aparición es con un nuevo tamaño, todavía mas grande.
Ante la imposibilidad de tirarla otra vez, doy un portazo y me voy.
El objeto necesita ser amado para pasar de dos dimensiones a tres. El espanto y el horror hacen su camino a través mío y no me doy cuenta de donde vienen.
Dos tangos podrian graficar este sueño, Gricel y Maquillaje, pero entonces serian mis tangos, no ya los tangos Gricel y Maquillaje.
Valentin Alsina Tango Trip